Alfalfa Orgánica
Para germinar semillas solo necesitas las semillas, un frasco de cristal, una goma elástica o hilo y un trozo de rejilla, mosquitero o tela. La alfalfa es una de las que cuesta menos de germinar, por lo que es ideal para iniciarse si no se tiene práctica.
1. COLOCA LAS SEMILLAS EN AGUA
Lava las semillas y ponlas en un frasco de vidrio. Luego cubre la boca con la rejilla o tela y asegúrala bien fuerte con la goma. Añade bastante agua (tres veces el volumen de las semillas) y déjalas en remojo durante al menos unas 8 horas. Este primer remojo activa la germinación.
2. ESCURRE EL AGUA
Enjuaga las semillas con agua nueva y vuelve a escurrirla colocando el frasco en diagonal. Para ello puedes dejar el frasco sobre un escurridor de platos, o si no sobre algún recipiente. Así se irá escurriendo poco a poco.
3. ENJUÁGALAS VARIAS VECES
Mientras esperas a que germinen, debes ir enjuagándolas una o dos veces al día, según la humedad del ambiente. Lo ideal es que durante los primeros días las semillas permanezcan en la oscuridad o tapadas con un trapo. Tardarán en germinar entre uno y siete días, según la semilla. El tamaño de los brotes ayuda a saber si están listos. Los de alfalfa, cuando están listos para consumir, miden unos 5 cm.